Ningún padre está preparado para despedirse de un hijo para siempre, pero algunos tienen la desdicha de enfrentarse a esta dolorosa situación, la cual los deja desolados y con el corazón hecho pedazos.
Joe Baker, fundador de Save the Storks, contó en una entrevista los detalles del momento en el que se despidieron para siempre de su pequeña bebé, Ember.
La pareja, quien tiene tres niños, celebraron muy emocionados la llegada de Ember, pero su alegría se vio empañada cuando le diagnosticaron una enfermedad congénita, con un pronóstico devastador.
La niña, que nació el pasado 04 de noviembre, lamentablemente vivió apenas una hora y seis minutos.
Ya los médicos les habían advertido que su bebé tenía muy pocas probabilidades de sobrevivir, aún así, ellos decidieron seguir adelante con el embarazo.
Durante la gestación, los padres amaron a su pequeña Ember diagnosticada con anencefalia, cada minuto lo aprovecharon para crear consciencia sobre el respeto a la vida.
El padre de la pequeña Ember contó cómo había sido la hora en la que permaneció con vida entre sus brazos.
Ember cambió para siempre la vida de toda la familia
“La amamos mucho mientras pudimos. Fue maravilloso verla, era muy tranquila, era hermosa, en tan poco tiempo nos cambió la vida. Ella se sintió muy amada mientras estuvo con nosotros”.
El padre agradece que en el hospital fueron muy solidarios con ellos, “Estaban tan tristes como nosotros. Todos querían colaborar y nos dejaron romper las reglas. Nos dejaron hacer lo nuestro y amar a nuestra hija, fueron muy gentiles, nos apoyaron demasiado. Incluso hicieron obras de arte para nosotros. Muchos de ellos irán al funeral de nuestra hija”, dijo Joe.
Un parto agridulce
Aunque ya eran conscientes de lo que pasaría, la madre se emocionó cuando rompió aguas. “Sabíamos que nuestro final se acercaba, además de toda la emoción por conocerla también sentíamos el peso de su partida. El trabajo de parto fue bastante intenso… realmente duro. Después vino Ember, esa diminuta y dulce bebé”, relató el padre.
Los padres querían abrazarla, en medio de tantos sentimientos encontrados, consolarla hasta que partiera, no quisieron darle oxígeno ni conectarla a ningún aparato porque no estaba sufriendo, y eso no cambiaría su pronóstico.
La pequeña Ember Moonlight nació tras 26 horas de trabajo de parto y pesó 1,81 kilos.
Esta historia toca el corazón de miles de personas en las redes, quienes envían mensajes de condolencias y solidaridad a los desconsolados padres de Ember en este duro momento, y admiran su valentía.