Jerry Ellenburg, padre de una chica de nombre Kelsey Griffith, la acompañaba camino al altar, un momento bastante especial para ambos, cuando de pronto, el padre se detuvo e invitó al padrastro a que los acompañara en este momento tan especial, pues él también se había ganado ese derecho al cuidar a la novia como a una verdadera hija. Sin duda alguna, un momento muy emotivo el cual nos hace reflexionar.
Jerry y la madre de la novia desde hace 20 años se habían separado. Después de seis años, la madre se casó con Andy Wallace, quien ahora tiene 60 años.
Andy no tenía idea de que sería invitado a acompañar a la novia rumbo al altar, por lo que estaba muy emocionado y conmovido, pensó que el padre de la chica sólo le estaba dando la mano, sin embargo lo estaba invitando a participar de este inolvidable momento, lo que nos da a entender que el padrastro se ganó su lugar y el padre es una persona bastante madura.
“Se casaron cuando tenía sólo 13 años, así que he crecido también con mi padrastro. He sido muy afortunada por tener una excelente relación con mi padre y mi padrastro en toda mi vida. Ambos papás se llevan muy bien, a mis amigos siempre les ha sorprendido ver esto. Juegan untos al golf y mi papá siempre está ahí para mí, además de las fiestas y los cumpleaños”.
Estaba muy emocionada y nerviosa porque quería de que todo saliera más que bien, pero no podía esperar a ver la reacción de Andy. Luego, escuchamos lo conmovido y emocionado que estaba mi padrastro, y lo agradecido con mi papá por incluirlo en este momento tan especial.
El día anterior, cuando terminaban todos los preparativos para la boda, Jerry le dijo a su hija que tenía la idea de invitar a Andy, así que entre los dos lo planearon todo. Le pidieron al padrastro que se sentara a la mitad de la fiesta para que aún quedara un buen recorrido hacia el altar en el cual él iba a participar, y luego, de forma sorpresiva, el padre lo incluyó en la marcha nupcial.
La novia compartió este momento especial a través de TikTok y no tardó en recibir miles de likes y muchos comentarios para felicitar al padre de la novia por este gesto tan bonito y noble, que no cualquiera lo hace, y que demuestra todo lo que hacemos por ver felices a nuestro hijos. Incluso el novio estaba tan conmovido que no pudo contener las lágrimas.
El noble actuar de esta familia es un vivo ejemplo de que si las cosas no funcionan como pareja, no tiene por qué afectar las relaciones posteriores, por el contrario, se puede llevar una vida tranquila, y así encontrar la manera de que todos estén bien, felices y en paz.