Skip to content

La anestesia epidural en el parto, cuáles son los riesgos

La anestesia epidural en el parto, ¿Cuáles son los riesgos?

La mayoría de las  madres, en el momento del parto o incluso antes, deciden pedir  a su médico la anestesia epidural.

Esta decisión  es excelente, se toma principalmente porque la epidural hace que se sienta menos el dolor del parto, aunque no son pocos los detractores de esta práctica que hablan de los riesgos tanto para el bebé como para la mujer. Te hablamos un poco más sobre ella.

Abengochea  dice  que la anestesia epidural puede darse siempre que la embarazada haya iniciado el trabajo del parto, sea mayor de edad (en caso contrario se necesitará un consentimiento informado de los padres de la niña) y no haya contraindicaciones.

Dolor. Esa es la palabra que más asocian las mujeres cuando se habla del parto. La mayoría tiene un temor arraigado en su mentalidad y es que parir duele, en la etapa final del embarazo se produce un cambio hormonal que aumenta el umbral del dolor.

Los riesgos de la anestesia epidural, ¿es segura?

Hay que tener en cuenta: Si la anestesia epidural se ofrece, es porque se ha demostrado que es segura. Ahora bien, esto no quiere decir que no tenga ningún riesgo o consecuencias posteriores.

La epidural tiene sus riesgos, al igual que otras anestesias. El doctor señala que su administración puede “provocar una bajada de tensión arterial, especialmente al principio, por lo que hay que monitorizar muy bien al niño y a la madre, es lo que llamamos parto medicado”, También es frecuente la aparición de temblores, picores y un aumento de la temperatura que se aprecia en periodos muy largos.

1) Hipotensión arterial ocasional en 1 de cada 50 mujeres.

2) Que la analgesia sea insuficiente para la realización de la cesárea y precise un complemento con anestesia espinal o general algunas veces (en 1 de cada 20 mujeres).

3) Dolor de cabeza intenso, por cefalea postpunción dural. Riesgo poco común.

4) Daño a las raíces nerviosas, con entumecimiento o debilidad temporal de alguna pierna.

Como terapias alternativas  al parto en el agua, la aromaterapia, audioterapia, la hipnosis y la acupuntura. “Sólo estas dos últimas han demostrado algo de eficacia, a pesar de estar muy lejos de la alcanzada por la anestesia epidural”, concluye.